La
piel es uno de los órganos más importantes del cuerpo, delimita el interior del
exterior, por lo que actúa como capa protectora.
La piel húmeda corresponde a una persona insegura, mientras una piel que transpira ayuda a evacuar las emociones.
Da una visión de las características emocionales de las personas:
Una piel fina y sensible corresponderá a una persona dulce y sensible, mientras que por el contrario una persona dura consigo misma y con los demás tendrá una piel dura y espesa.La piel húmeda corresponde a una persona insegura, mientras una piel que transpira ayuda a evacuar las emociones.
La
piel es como la corteza de un árbol, nos revela si hay problemas exteriores o
interiores, si está irritada seguro que hay alguna situación o alguien en la vida que produce esa irritación
Si
tu piel tiene anomalías hay muchas probabilidades de que seas una persona que
da mucha importancia a la opinión de los demás y a lo que pueden decir con
respecto a ti.
Una
persona poco segura de sí misma y con miedo de sentirse rechazado o herido por los demás
va a crear una enfermedad en piel que se volverá “una barrera natural”
que permitirá guardar cierta distancia con su entorno.
Es un tejido blando que está relacionado con la energía mental y
por lo tanto expresa las inseguridades, las incertidumbres de aquí la expresión
“estar rojo de ira”. Mi piel puede cambiar de color cuando estoy molesto
o cuando puedo sentir vergüenza. Es pues la línea de demarcación física, mi
máscara entre mi interior y mi exterior.
Si
mi piel es seca, es que carece de agua. El agua es el segundo elemento
(después del aire) necesario a la vida, así pues mis relaciones con la vida son secas, áridas. Me bloqueo interiormente en mis relaciones con el entorno.
La piel
muerta que hace copos indica que me abandono a viejos esquemas mentales.
Si
tengo granos en la superficie de la piel, es que expreso
exteriormente problemas de relaciones, comunicación con mi entorno, referente a
puntos concretos. Si mi piel muestra signos de inflamación,
entonces no debo estar menos irritado frente a ciertas situaciones de conflicto
interior o exterior.
Si
mi piel es grasa, es que retengo, conservo demasiadas emociones para mí.
Puedo desear huir de una situación o persona como si tratasen de atraparme,
como la pequeña bola cubierta de aceite que se quiere coger y que resbala entre
los dedos. Debo dejar fluir la energía para que mis pensamientos negativos
puedan desaparecer.
Debo
mirar con calma, fríamente las frustraciones que alimento para que mi piel sea
más clara y menos espesa. Cuanto más me vuelvo transparente y verdadero con los
demás, más transparente será mi piel. Una irritación me muestra que hay
uno o varios pensamientos irritantes que suben en la superficie de mi piel y
que he de mirarlas de frente para que dejen de atraer mi atención y molestarme.
Cuanto más sea capaz de apreciar mis cualidades y ofrecerme pequeños dulces,
más mi piel va a “transpirar” este bienestar por su dulzura y su
claridad.
Cuanto
más sea capaz de comunicar libremente mis emociones, más se relaja y resplandece
mi piel.
El gran diccionario de las dolencias y las enfermedades
Jacques Martel
http://www.naturopatia-rosagarcia.es/
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